Hace 23 años, un chico humilde de Moratalaz llegaba pisando fuerte al
mundo de la música. Llenaba de jóvenes fans los campos de fútbol y los
auditorios de media España. A día de hoy, con más de 25 millones de
discos vendidos en todo el mundo y 16 premios Grammys Latinos, puede permitirse el lujo de ofrecer un único concierto en nuestro país este año. Y además elegir un escenario privilegiado: el Starlite Festival de Marbella. El artista participó en la pasada edición y ahora quiere repetir la experiencia. Sólo unos 2.200 privilegiados podrán disfrutar de él, de una forma íntima y cercana el próximo 22 de agosto.
Antes tendrán que haber adquirido las entradas que aún quedan
disponibles y rondan entre los 170 y los 600 euros. Las de 89 euros han
sido las primeras en agotarse.
LOC le ha preguntado a Sandra García-Sanjuán, fundadora del Starlite Festival,
los motivos por los que las entradas del artista tienen un precio tan
poco habitual para un concierto: "Al no estar de gira promocional, el caché de los artistas es más elevado. Además
en el caso de Alejandro tiene que traer a su banda hasta Marbella de
distintos puntos de la geografía. También ha influido la subida del 21%
de IVA, son muchos costes para ofrecer un espectáculo de calidad". Para Pablo Gil, experto musical de "Metropoli", los precios de las
entradas son muy elevados. "Sobre todo si se compara con los precios de
los artistas más exitosos del pop español en la actualidad. Hasta donde
yo sé, Alejandro Sanz no lleva un espectáculo, es decir, ofrece un
concierto con una banda. Por ese precio, un artista ofrece un show, algo más que un juego de luces. Este concierto es más bien un capricho propio de la burguesía del ladrillo", dice. No es la primera vez que Alejandro ofrece un concierto íntimo y
reducido, pero sí en el que los precios no son aptos para todos los
seguidores del artista, la mayoría gente joven, sin ingresos propios. En
2009 y en 2012, el artista actuó en el Compac Gran Vía (con un aforo de
unas 8.000 personas) y en el Häagen Dazs Calderón con mil localidades
de aforo. En ambos, las mejores entradas no superaron los 200 euros. Al parecer, Alejandro ha aceptado repetir la experiencia porque en la
pasada edición lo pasó muy bien y disfruto de un público entregado.
Puede que cuando actúe el 22 de agosto en Marbella, ya sea padre por cuarta vez.
Su mujer Raquel Perera sale de cuentas justo una semana antes del
concierto. En definitiva, un recital de lujo para no perderse, si el
bolsillo se lo permite.
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