TAL DIA COMO HOY

El 2 de diciembre de 1998, Alejandro es portada de la revista Vale que pasa 7 horas con el cantante, con motivo de la presentación del anuncio de Freixenet. La cita es en la entrada de las cavas Freixenet, en Sant Sadurní d´Anoia, a pocos kilómetros de Barcelona. Poco después de las ocho de la tarde, un auto de principios de siglo de color champán atraviesa los jardines de Freixenet y sale Alejandro con porte extremadamente elegante, smoking, un abrigo por encima de los hombros y una sonrisa de felicidad que atraviesa su rostro. Lo primero que hace es acercarse a saludar a cientos de admiradoras que se agolpan tras una valla, algunas de las cuales llevan allí desde las seis de la mañana. Para Alejandro este spot ha sido su primera experiencia con el mundo de la publicidad: "No sé si mi experiencia es del todo válida, ya que trabajar con este realizador, Leopoldo, es muy fácil. Nunca había hecho un anuncio, pero la verdad es que me he encontrado ante gente que presenta un producto pero a la vez con arte y esto ha sido maravilloso", dice. Tras ser preguntado por Laura Ponte que hace de su musa en el anuncio, responde: "No puede haber mejor ella". Tras la rueda de prensa Alejandro habla de cómo le ha ido por el Nuevo Mundo: "Genial, ha sido genial. Ya ves, hace cuatro días me despedía de América en Buenos Aires y ahora estoy aquí de nuevo". Le preguntan qué le pide al año nuevo y dice: "Que sea tan bueno como éste... o no sé, quizás es imposible que se supere". Y es que a Alejandro se le ve muy feliz: "Lo estoy", confiesa, aunque no quiere dar detalles sobre su próxima fiesta de cumpleaños ni quiere hablar sobre Jaydy. Sólo dice: "Esta noche vamos a cenar muy bien". Luego todos acuden al restaurante en el salón real de las cavas Freixenet, decorado con cortinas de color azul Prusia y lucecitas blancas. Alejandro, flanqueado por Laura Ponte y Maribel Verdú cena muy agusto, un menú elaborado por sus dos cocineros favoritos: Juan Mari Arzak y Ferran Adrià. De primero tarta de fideos de arroz con gambas de Palamós y espuma de patata con trufa blanca de alba. De segundo una merluza en salsa verde con almejas y conejo con frutos del mar. Y de postre chocolate en texturas con turrón salado. Finalmente y tras tomarse alguna que otra copa de cava, se despide sin avisar.