"Digo lo que quiero decir y le dejo libertad a quien escucha para poder imaginarlo", dice Alejandro Sanz, el cantautor español que vino a ofrecer dos shows en el estadio Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA, Marcelino Freyre 3831). "Tengo muchas ganas de llegar a la Argentina. Siempre fue mi país fetiche. Me da suerte, es una cábala. Es un país que adoro y que sentí como mi casa desde el primer día", expresó Sanz, emocionado, minutos antes de salir al escenario de Movistar Arena de Chile. El cantautor, que fue bautizado en redes sociales como un símbolo de la lucha contra el maltrato a la mujer luego de lo sucedido en el recital del pasado 20 en Rosarito (México) -interrumpió un recital para detener el maltrato de un asistente a una mujer-, actuará hoy en el estadio Orfeo Superdomo, de Córdoba, y el jueves 3 y sábado 5 en GEBA, Buenos Aires. Junto a sus nueve músicos, Sanz declaró que se encuentra "preparando la presentación desde mediados de 2015" y agregó: "Pero en realidad, vengo preparándome para esto desde hace más de veintitantos años. Todo lo que se ha hecho antes sirve para subirse al escenario con más ganas y más experiencias. Siempre tengo muchas de volver a Argentina". El nuevo álbum del español, decimoprimero en su discografía de estudio y que contó con la coproducción del argentino Sebastian Krys, comenzó a tomar formas a través de notas de voz grabadas en su teléfono celular. Priorizando el sonido acústico, "Sirope" recorre a través de sus trece canciones una equilibrada mezcla de pop y condimentos de funk, rhythm and blues, rock and roll y el tono flamenco de su voz, tiene muchas connotaciones. "No solo trata de lo que endulza, también tiene que ver con un grito de guerra a lo James Brown", bromeó el artista con más de 25 millones de discos vendidos y casi 30 años de carrera, en una conferencia de prensa ofrecida en Buenos Aires, en mayo pasado, presentando el lanzamiento de su gira por latinoamérica. "Cuando yo era chico escuchaba a James Brown y pensaba que cada vez que cantaba Give it up, en realidad decía 'Sirope'. Siempre recordé eso. Hay un poco de Give it up de guerra. Si la música tuviera venas lo que le correría por ellas sería sirope; la esencia de la vida y la carga emocional", confesó con humor el baladista. A diferencia de sus trabajos anteriores, Sanz delineó primero en 'Sirope' la base de bajos y baterías, la parte rítmica en vez de la melódica y la armonía. "El énfasis está también en el ritmo de la palabra y lo que quiero decir con las letras. Quería hacer algo distinto, no tener ningún reparo a la hora de ser inclusivo con distintos estilos musicales y sentirme libre", expuso. Este es el link:
http://www.diariopopular.com.ar/notas/251521-alejando-sanz-argentina-siempre-fue-mi-pais-fetiche
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