TAL DIA COMO HOY

El 1 de marzo de 1998, Alejandro viene en la revista Magazine. Su disco "Más" se ha colocado en el primer puesto de los discos más vendidos del año y en el resto del mundo occidental ha tenido muy buena aceptación. Quienes lo tomaban como un producto para adolescentes se han tenido que reciclar a la fuerza para darse cuenta de que estamos ante nuestro artista más masivo de este fin de siglo. La revista le pregunta cómo tiene el cuerpo después de saber que ha vendido más de un millón de copias en cuatro meses, a lo que responde: "Yo vivo muy tranquilamente. Hay gente que cuando triunfa se empeña en que se hable todo el día del gran éxito que tiene. Lo bueno es que con este disco no estamos haciendo una promoción machacadora. Se ha conseguido y está muy bien. No pretendemos estar todo el día hablando sólo de esto. Lo más importante es no tener que estar presumiendo de estas cosas. Yo ya estoy pensando en la gira y no en el millón de discos que he vendido", dice el artista, que también es preguntado por "Corazón partío": "Le gusta a todo el mundo. No conozco a nadie que me diga que no le gusta, desde músicos de rock que no tienen nada que ver con lo que yo hago, hasta taxistas, gente de la calle, a todos. Cuando la hice no le di tanta importancia. Es una canción bonita y todo el mundo está enloquecido con ella. Me alegro mucho de que les guste". Y también es preguntado por las fans, si al haber madurado su público, la presión se ha suavizado a lo que responde: "No, ahora hay mucha más que otras veces. Fui el otro día a la radio a la Gran Vía y fue una locura. Había chicos y chicas de todas las edades. He pasado de la histeria de las fans adolescentes a darme cuenta de que ahora los adultos son más histéricos. También empiezan a seguirme y a comprar mis discos más hombres y eso me parece muy bien. Hemos vendido un millón doscientas mil copias y todo apunta a que podemos llegar al millón y medio. Por cada disco que se vende, una media de tres personas lo escucha habitualmente. Eso quiere decir que de cada 10 familias, una tiene el disco. Eso es como llenar diez estadios Santiago Bernabeu y eso es mucha gente". La revista le pregunta si teme que la gente pueda llegar a saturarse de Alejandro Sanz, pero él lo tiene claro: "No lo creo, yo soy muy cauto en estas cosas. Me tiro dos años para hacer un disco y procuro estarme callado durante toda esa época. Además no soy de los que están siempre en todas las fiestas llenas de periodistas. No me gustan esos saraos. Eso sí que te sobreexpone, pero no creo que ese vaya a ser mi caso". Y cuando le preguntan por qué cree que ha estallado esa locura con él, responde: "Yo estoy seguro que lo que realmente le gusta y le importa a la gente, son mis canciones. Mecano hacía un bolero, una rumba, un villancico, hiciera lo que hiciera, siempre eran buenas canciones y eso es lo que siempre he defendido. Si te sale una rumba pues adelante. No hace falta tener nada predeterminado. Ahora estoy preparando músicas muy interesantes para mi próximo disco. No me preocupan las ventas, hago lo que me pide el cuerpo. Siempre lo he hecho, el problema es que antes había estilos que no sabía tocar. Ayer escuché mi primer disco y me moría de vergüenza". Y sobre tocar en sitios tan grandes como el Sant Jordi o Las Ventas dice: "He sido prudente y no me he precipitado en subir a los grandes escenarios. Es algo sobre lo que además he discutido con otros compañeros. Yo creo que en España no se debe actuar en sitios grandes el primer año de éxito. Lo que hagas allí pesa de verdad. Si te equivocas en algo, lo pagas toda tu vida. Podría haberlo hecho hace tres años pero no lo hubiera hecho igual como voy a hacerlo este año. Ahora es el momento", dice Alejandro, quién finalmente confiesa que "la gira promocional, los viajes a América... son algo muy cansado y muy fuerte. En cambio la gira mola. Te relajas, no hay presión. Es sólo tocar y lo paso muy bien".