Sanz en la 2a edición Rock in Rio

La banda estadounidense Bon Jovi y el cantante español Alejandro Sanz fueron esta noche las estrellas de la segunda jornada del Rock in Rio Lisboa, que por tercera vez tiene como escenario la ciudad del rock de la capital portuguesa. Jon Bon Jovi, el solista del grupo, no tuvo problemas para ganarse a un público entregado que esperaba ansioso la puesta en escena del rockero estadounidense y su banda, en la actuación más deseada de la noche. Los títulos más clásicos de la veterana banda fueron coreados por los miles de lisboetas y foráneos que acudieron en masa a una cita que también contó esta noche con las actuaciones de la canadiense Alanis Morissette y el grupo brasileño Skank. Alejandro Sanz había caldeado el ambiente una hora antes de la subida al escenario de Bon Jovi con un repertorio que incluyó temas que abarcaron de los clásicos de siempre a los más recientes. El cantante contó además sobre el escenario con la brasileña Ivete Sangalo, que interpretó junto a Sanz algunos de los últimos temas que presentó hoy en Lisboa el español. La cantautora Alanis Morissette y los brasileños Skank también contribuyeron a dar encanto a una noche que tenía difícil superar el cartel de ayer, en el que figuraron Lenny Kravitz y Amy Winehouse, entre otros. La jornada contó también con las actuaciones de Dj Carl Cox y el londinense Darren Emerson. Mañana le tocará el turno al mítico Rod Stewart, Joss Stone, Tokio Hotel y los portugueses de Xutos & Pontapés, a lo que se suman en el apartado de música electrónica David Morales y Dimitri from Paris. El próximo jueves estará dedicado al rock más duro, con los conciertos de Metallica, los portugueses Moonspell, Machine Head y Apocalyptica, y el festival se cerrará el viernes con Kaiser Chiefs, Muse, Offspring, Linkin Park y los cubanos Orishas. Buena parte de estos nombres actuarán también en la edición de Madrid, que además contará con Shakira, Neil Young, Bob Dylan y The Police y los españoles Manolo García, Estopa y El Canto del Loco, entre otros. La edición portuguesa del Rock in Río, que nació en 1985 en la ciudad brasileña que le da nombre en una cita a la que asistieron 1,4 millones de personas, atrajo a unos 385.000 espectadores en 2004 y a otros 350.000 en sus seis jornadas de 2006.