El estadio Santiago Bernabéu acogió ayer un homenaje a uno de los embajadores más internacionales de la música española y, también, del Real Madrid: Plácido Domingo. El tenor ha cumplido 75 años y decenas de miles de personas se reunieron para disfrutar de Plácido en el alma, un concierto solidario en reconocimiento de la carrera musical del artista, que lleva medio siglo dedicado a la música. Más de 30 cantantes y grupos, entre los que destacaban caras conocidas del pop y del rock español como Pablo López, Dvicio o David Bisbal ,entre otros, se subieron al escenario del Santiago Bernabéu. El lugar de la cita tampoco se eligió al azar. Un homenaje «histórico» -como lo calificó Bertín Osborne, encargado de conducir el concierto- no podía ser en otro lugar que el templo del Real Madrid ya que Plácido Domingo, que en la actualidad es director general de la Ópera de Los Ángeles, es un madridista confeso. Esa pasión le ha llevado incluso a ser el intérprete del himno del centenario del club blanco y de la Undécima Copa de Europa.Vestido de negro imponente, Plácido despertó los vítores y aplausos del público cada vez que apareció en escena. Las más de tres horas de concierto se sucedieron entre clásicos de la discografía del tenor -que actuó en solitario y también acompañado por colegas de profesión como Andrea Bocelli- y los temas más actuales de los intérpretes invitados, que no dudaron en felicitar al cantante por su trayectoria profesional. En contra de los estereotipos, el público asistente fue de lo más variado. Desde familias completas y parejas de mediana edad hasta grupos de adolescentes que, en primera fila, esperaban impacientes la actuación de su ídolo, Pablo Alborán. Entre los invitados a la cita también hubo algunos artistas procedentes del otro extremo del charco, como Diego Torres, que deleitó al público con su mítico Saber que se puede o Carlos Baute, que levantó a los asistentes de su asiento para bailar al ritmo de Colgando en tus manos. El trío italiano Il Volo, inscrito en el género crossover clásico, también hizo su homenaje a la música clásica con Grande amore, un tema que Plácido descubrió, tal y como reconoció, gracias a sus nietos pequeños. Además de la música, el baile también estuvo presente en la noche madrileña. Uno de los momentos más emotivos de la cita lo protagonizó el tenor junto a la bailaora Sara Baras, que danzó al son de la canción Aquellos ojos verdes cantada por él mismo, una actuación que despertó todos los instintos del público. Su taconeo se escuchaba hasta en la zona más alta del estadio y al terminar, el propio Plácido se arrodilló ante ella como muestra de agradecimiento y devoción.Al cierre de esta edición también se esperaba que actuasen Los Secretos, Alejandro Sanz, Pablo López, Fehr (Maná), Juanes, Diana Navarro, José María Cano, Pablo Sáinz, Arturo Sandoval, Café Quijano, José Mercé, el propio Bertín Osborne y alguien muy especial para el tenor, Plácido Domingo Jr., su hijo. Pese al nivel de la cita musical, todos los invitados acudieron de forma altruista y la recaudación del multitudinario concierto se destinará a 38 escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid en México. Fue una cita en la que el binomio clásico y moderno consiguió que Madrid se rindiera ante el alma de Plácido Domingo por una causa solidaria. Este es el link: http://www.elmundo.es/madrid/2016/06/29/57744197e5fdeade558b4685.html
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