TAL DIA COMO HOY

En octubre de 2000, Alejandro es portada de la revista You que se desplaza a Miami para entrevistarlo mientras está grabando su nuevo disco, "El alma al aire". La revista nos ofrece una larga entrevista donde el cantante desnuda su alma y habla, entre otras cosas, sobre su nuevo disco, su gran amor, sus ilusiones, sus amigos y sus enemigos o su nueva casa. La revista ha tenido ocasión de escuchar algunos de los temas y le dicen que la canción que da título al disco recuerda a "Corazón partío": "Si me salen cosas que se parecen a lo que ya he hecho es porque soy yo. Siempre estoy buscando una canción que me diga algo. "El alma al aire" tiene el sabor de "Corazón partío" pero también lo tienen otras canciones y no se trata de imitar una canción que ya está hecha. Si hubiera sido una simple copia nunca se hubiera grabado", dice Alejandro. También le preguntan si es su preferida a lo que responde: "No, pero es que gozado mucho grabando este disco y yo creo que se nota incluso en la voz. Está todo hecho como la buena cocina, con mucho amor. Tú la escuchas y no da la impresión de que pretendo ser el mejor cantante del mundo, ni mucho menos, pero estoy flotando, estoy encima de esa nube que es la música". Alejandro también habla sobre el proceso de creación de este disco: "Yo no me planto un día y me pongo a componer un disco. El proceso de creación es continuo. Fue hace un año y medio cuando me puse a estructurar, a revisar todo el trabajo que tenía hecho. Pero es un proceso que no tiene principio ni fin. Siempre surgen nuevos acordes, nuevas melodías, cambios, ideas... hubo un momento en que tuve que ordenarlo porque era una locura, tenía un montón de cintas, mini cintas, cds en todo tipo de formatos que no había siquiera vuelto a escuchar. Pero bueno, después de toda esa preparación llegas al estudio y a luchar, porque de hecho el trabajo gordo aún está por hacer". Le preguntan por el éxito y dice: "Siempre he sido muy sincero con la música que compongo pero si ahora escucho mi primer disco...uff se me hace muy cuesta arriba. Pero ya había allí la semilla de lo que soy ahora. A ver, ni antes era tan malo ni ahora soy tan bueno". Y sobre si imaginaba alcanzar tanto éxito responde: "Yo me daba con un canto en los dientes si vendía treinta mil discos. De todas formas, claro que al principio te obnubilas con las ventas, con los discos de oro y platino. Pero yo nunca he tenido el afán del gran éxito. Es incómodo. El éxito del que estoy disfrutando me gusta porque no es desmesurado. No tengo que hacer cosas que no quiero hacer y sin embargo las ventas son buenas. Existe un equilibrio". Y Alejandro tiene claro lo que necesita para ser feliz: "Hacer lo que me gusta. Una vez leí en una entrevista que alguien se quejaba de esa felicidad supina. A mí me parece mucho más supina la infelicidad, sobre todo como método de vida. Ser feliz es un estado divino y de estupidez no tiene nada. La gente que es feliz me parece muy inteligente. Y eso es lo que yo quiero. En realidad todos buscamos lo mismo y queremos encontrar ese camino". Finalmente le preguntan si hay alguna canción de este álbum que hable de su mujer y Alejandro contesta: "Todas tienen algo de ella, de autobiográfico, son mi ropa interior".