Dos ex empleados de Alejandro Sanz acusados de exigir dinero para no divulgar asuntos personales del cantante español se han declarado culpables tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía Estatal antes de que comenzara la selección del jurado del juicio, que ya no se celebrará.
El acuerdo establece que no quedará registro de sus antecedentes penales. Con el acuerdo, el cubano-americano Carlos González y su esposa, Sylvia Helena Alzate, de origen colombiano, eludieron el proceso judicial y afrontan ahora una leve sentencia. González y Alzate se enfrentaban a un máximo de 50 años de prisión y de quince años, respectivamente, y ahora deberán cumplir una condena de dos años de libertad condicional cada uno.
El acuerdo establece que no quedará registro de sus antecedentes penales, aunque la pareja tiene prohibido hablar sobre el caso y acercarse al artista madrileño y a su familia.
Los acusados y los fiscales Michael Von Zamft y Alicia García firmarán hoy ante el juez Israel Reyes, encargado del caso, un acuerdo de confidencialidad. Ambos enfrentan también la posibilidad de ser deportados una vez que cumplan la sentencia.
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