Gira Tour Paraíso - Alejandro Sanz vuelve flamenco

Aquella noche cantaba Serrat en Algeciras. Desde abajo, entre el público, un jovencito, casi un niño, pensaba: «Algún día estaré yo ahí arriba». En el primer concierto de los Rolling en el Calderón, cuando el rock aún era salvaje, el mismo joven, ya con 19 años, miraba al escenario con admiración. Hoy, convertido en una megaestrella con más de 15 millones de discos vendidos, Alejandro Sanz no olvida sus inicios. «Porque soy un chico criado en el barrio de Moratalaz, que he cantado y tocado en locales de mala muerte y que me fastidia que me tilden de niño bien», ha dicho el artista, uno de los músicos españoles exiliados a Miami. «Allí por lo menos no llega tan fuerte la prensa rosa, que es con diferencia lo peor de España», explica el cantante cuando le preguntan por su marcha del país. Pero vuelve a casa continuamente. Y lo hace casi siempre a lo grande. Ahora lo hace con nuevo disco, con nueva gira y con canciones que recuerdan a las primeras épocas de un músico que, aunque empezó algo heavy, nunca ha disimulado su querencia y respeto por el flamenco y por los artistas flamencos.