miércoles, 24 de abril de 2013
Gira La música no se toca - Alejandro Sanz le regaló a Bogotá la noche más romántica
Caminando muy casual con su guitarra y acompañado de 10 músicos, así subió el cantante español Alejandro Sanz a la tarima del Coliseo Cubierto El Campín en Bogotá, la noche de este martes. Cuando el reloj marcó las 8:15 p.m., y una enorme pantalla encendió sus luces, se escucharon los primeros sonidos de una voz ronca conocida, romántica y con cierto acento español, la cual ha enamorado a varias generaciones. Sanz, aprovechó para entonar las canciones de su último disco "La música no se toca", que aunque no son tan conocidos aún, el público cantó a la perfección tal y como lo harían con aquellos éxitos que marcaron los noventa. Luego de interpretar "Cómo decir sin andar diciendo", un saludo muy especial se escuchó en el coliseo. "Bogotá, esta noche le vamos a dar el amor que se merecen, este concierto va por ustedes, nosotros lo vamos a disfrutar aquí tanto como ustedes", dijo este romántico de la canción que inmediatamente evocó los aplausos y gritos más eufóricos que anoche pudo sentir la capital. Y es que ese derroché de alegría y amor se sintió por dos horas, donde éxitos como "Mi soledad y yo", "Corazón partió", "Nuestro amor será leyenda" y "Desde cuando", se cantaron a grito herido entre el público asistente. Un gran show animado por luces y unos músicos que nada tienen que envidiarle a bandas tradicionales del rock, hicieron parte del espectáculo que Sanz tenía preparado para animar al público colombiano. Una escena frente al piano y sus canciones más románticas, fueron la dosis más dulce de todo el concierto. El tema "Cuando nadie me ve", fue uno de los momentos más emotivos y que despertó el agradecimiento de los asistentes por ese instante mágico, que fue compartido por los teloneros del artista español, quien los llamó a ser parte de la canción. La cantante colombiana Duina del Mar no dudo en entonar en esta obra tan exitosa. "Esta fue siempre mi pasión, estar encima del escenario", expresó el intérprete ibérico antes de darle rienda suelta a sus canciones más conocidas. El tiempo dio para bromas y entablar una relación muy cercana con el público. Una fan afortunada tuvo la oportunidad de subir al escenario con el músico europeo, quien no dudo darle su beso de despedida. Para esos amores que no hacen parte de este mundo, Sanz les dedicó su último sencillo "Mi marciana", un tema que muy seguramente más de uno dedicó en ese momento. La noche no pudo acabar mejor, el espectáculo terminó con dos de las canciones más conocidas de Alejandro, un popurrí de "Amiga mía", así como de "Y si fuera ella", cerraron con broche de oro y al paso de flamenco esta noche de fantasía.
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