El 31 de agosto de 1993, un centenar de fans se concentra en la entrada de los estudios Cinearte de Madrid esperando que sus puertas se abran y acceder de forma privilegiada a la grabación en directo del disco acústico de Alejandro Sanz. A las ocho y veinticinco, Alejandro aparece en el escenario diciendo antes de tocar el primer tema: "Tengo que reconocer que hacía mucho tiempo que no me ponía tan nervioso". Vestido con traje oscuro, Alejandro toca "Mi primera canción" seguida por "Pisando fuerte" con el que se quita su americana y se arremanga los puños de la camisa ante las fans que le piden que se la quite. Tras un ligero toque de maquillaje porque el concierto se graba para la televisión y una toalla para limpiarse el sudor, Alejandro sigue, no sin antes consultar la chuleta que tiene pegada en el suelo con el orden de los temas, con "Que no te daría yo", una versión mucho más desgarrada que la original. Al acabar alguien le vuelve a dar una toalla; sus fans quieren hacerse con ella pero él les dice: "al final os regalaremos una nueva". Entre tema y tema, Alejandro charla con sus fans con toda naturalidad o suelta algún que otro chiste. De pronto suenan al piano las primeras notas de "Si tu me miras" y Alejandro mira a su grupo confundido: "Ha habido una equivocación. Ahora toca "Como te echo de menos". Arreglado el percance el cantante se seca el sudor, bebe agua e interpreta la canción sin soltar de sus manos la guitarra que le acompaña. Tras presentar a sus músicos y agradecerle a la prensa, a la gente de su compañía y al público su presencia, el cantante deja la guitarra y toca "Si tu me miras", su canción más sentida. Sanz retoma la guitarra para interpretar "Los dos cogidos de la mano". Después se vuelve a secar con la toalla y hace el chiste más gracioso de la velada. "De tanto coger la toalla voy a parecer Jon Secada" dice ante el regocijo de sus fans. Antes de tocar su próximo tema, Alejandro mira hacia arriba y dice: "por aplaudir no os va a pasar nada". De pronto el batería da un toque de marcha militar y las fans encienden bengalas. Suena "Se le apagó la luz", la canción preferida de las niñas. Es el momento en el que Alejandro presenta a Nacho Mañó, coproductor del disco y que le acompaña a la guitarra en "A golpes contra el calendario" y en "Tu letra podré acariciar". Sanz felicita a Nacho por haber sido tío y después de darle un abrazo le despide del escenario. Mientras se resuelven unos problemas técnicos, Alejandro bromea sobre el número de calzado que usa y le enseña a todos sus elegantes zapatos de "cierto pelo" negros que se ha comprado para la ocasión. Mientras los instrumentos siguen afinándose, bromea sobre el planchado de su ropa y por fin suena "Viviendo deprisa", con muchos más arreglos e instrumentación que la original, convirtiéndose en la canción más aplaudida de la noche. El equipo técnico dice que la grabación ha sido buena pero a Alejandro aún le queda interpretar "Volver a Sevilla", con la que despide a todo el grupo y se queda sólo tocando sobre el escenario. El básico de Alejandro ha resultado todo un éxito, no obstante, vuelve a aparecer para redondear las versiones de "Si tu me miras", "Como te echo de menos" y "A golpes contra el calendario".
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