viernes, 7 de agosto de 2015
Gira 2015 - Alejandro Sanz se entrega al público asturiano
"Hagan lo que quieran, bailen, canten, abrácense y disfrútenlo". Pasaban sólo unos cuantos minutos de las diez de la noche y Alejandro Sanz, el cantante madrileño que lleva más de dos décadas regalando a la música española canciones de éxito, había dejado claras las normas de la noche. La de su recital en el Palacio de La Guía, ante cerca de 5.000 personas entregadas a la música de un profesional que firma cada disco que saca al mercado con récords de platino y que en Gijón presentaba su gira "Sirope".
Hacía calor en el recinto "y más que va a hacer todavía", prometía el ídolo de varias generaciones. Un Alejandro Sanz que se dejó llevar, desde los primeros compases de la velada, por la entrega que le demostraba el público. Casi le cantaron tanto a Sanz como Sanz a los asistentes; le lanzaron tantos piropos como hubo tiempo, y más fotos -con y sin palo de selfie- no pudieron hacerle. Era la noche de Sanz y se estaba disfrutando.
Con "El silencio de los cuervos" se abrió la caja musical y todo seguido, aunque siempre con guiños al público, fueron sonando "A mí no me importa", "No madura el Coco", "Desde cuando", "Quisiera ser", "Tú la necesitas" y "No me compares". Y entonces llegó el momento de la dedicatoria más especial para el artista. La que dedicó a "Fernando Astur" como se conocía en las redes sociales al avilesino Fernando Fernández, un incondicional de Alejandro Sanz tanto como lo era del Sporting. El asturiano falleció hace sólo unos meses tras años luchando con una enfermedad congénita del corazón.
"Lo más importante en su vida era su Sporting y las canciones de Alejandro Sanz", recordó el autor, que saludó desde el escenario con emoción a la familia del avilesino, presente en el recital. Lo hizo antes de proclamar un "puxa Sporting" que a Fernando le hubiera puesto los pelos de punta y que puso al público en estado de frenesí.
Dos horas de concierto y una veintena de temas, con un listado de éxito que incluyó, cómo no, "Corazón partío", "No es lo mismo", "Mi marciana", "Amiga", "Mi soledad", "Y si fuera ella"... sirvieron para dar por muy bien empleada la noche, aunque no fueran suficientes para saciar a los más entregados. Algunos de ellos llevaban horas de espera ante el Palacio de La Guía como para que nada les pareciera suficiente.
Incondicionales de Sanz eran quienes abarrotaron las primeras filas en el concierto de anoche, en la "zona Premium". Pese a que dichas entradas garantizaban ver la actuación desde un lugar privilegiado -fueron, según la organización, las que primero se vendieron y eso que tenían un coste de 100 euros- varios grupos de fans optaron por aguardar desde bien temprano ante las instalaciones de La Guía para poder elegir el mejor emplazamiento del recital. Ya fuera el primer recital o el décimo, ya fuera el regalo de un novio o el de una amiga, el ahorro propio o la suerte, pocos fueron los que salieron ayer del Palacio de Deportes de La Guía sin tararear una canción de Alejandro Sanz y sin confesar que habían disfrutado de un gran espectáculo.
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