domingo, 21 de febrero de 2016

TAL DIA COMO HOY

En febrero de 1994, Alejandro ofrece una entrevista exclusiva a Super Pop desde Londres donde está estudiando inglés y cuenta a la revista cómo es un día en su vida inglesa: "A las ocho de la mañana me llaman a casa del colegio para despertarme. Entonces sale una voz al otro lado del teléfono que dice: "Good morning ¿woke at time?" Así que me levanto, desayuno medio pomelo y una taza de té, me ducho, cojo los libros y me voy a la escuela que, ya has visto, está sólo a diez pasos de casa. A las nueve empiezo las clases y no termino hasta las cinco de la tarde".  Para aprovechar mejor las 90 horas de clase que está recibiendo durante 3 semanas, Alejandro tiene varios profesores particulares que se pasan el día conversando con él: "Generalmente por las mañanas tengo un profesor que me da tres horas y por la tarde tengo otro que me da otras tres. Cada semana me cambian los profesores para conocer diferentes acentos y diferentes formas de hablar. A eso de las 10.30 tengo mi primer "break" y puedo reunirme con los compañeros de otras clases para tomar un café. Luego sigo con las clases y a las 12.30 llega la hora de la comida. Lo que normalmente suelo hacer es volver a casa y prepararme cualquier cosa", cuenta Alejandro, quien se arregla bien con la cocina: "Tengo poco tiempo porque a las dos menos cuarto empiezan de nuevo las clases, así que tengo que conformarme con hacerme un sándwich o alguna cosa ligerita", explica. En total son seis horas de agotadoras conversaciones en inglés partidas por varios descansos: "Si no llega a ser por tanto "break" acabaría molido. pero en estas interrupciones recupero energía charlando con los amigos y tomándome una cafetito", confiesa. Cuando le preguntan si no suele salir, responde: "Pues normalmente nos quedamos charlando todos los compañeros un rato en la cafetería después de clase y luego solemos ir a casa de uno u otro a cenar y echar unas risas. Luego yo hago la compra para el día siguiente y me acuesto prontito. Eso sí, siempre suelo tocar la guitarra un rato y hasta he compuesto alguna canción. Y después a eso de las diez o las once, ¡a la cama!", cuenta Alejandro, a quién no le ha costado hacer amigos: "¡Qué va, nada! Estoy rodeado de gente estupenda, aunque en clase esté solo con el profesor. Hay un grupo de españoles bastante majo: Eduardo de Toledo, Bea y su hermana Inés y dos políticos muy simpáticos del PP que se llaman Miguel Ángel y José. Todos estudian aquí, lo mismo que una italiana que se llama Rosella y una japonesa que no sé como se llama, pero que yo llamo Si. Luego, fuera de la escuela, está la gente inglesa de cuando rodé el video, como Steve, el director, Paul y Lawrence, la maquilladora", explica. Y sobre sus planes los fines de semana dice: "Pues mira, donde más voy es a un café mexicano que está al sur de la ciudad. Me he hecho amigo del dueño que tiene arriba un estudio. Y entonces a veces nos ponemos a tocar juntos. También suelo frecuentar un pub de Catle y poco más, porque normalmente no salgo. Ah bueno el otro día me hizo una visita el Capi y varios amigos y fuimos a una discoteca bastante original". En cuanto a lo que menos le gusta de Londres, dice: "El tiempo, ese "bad weather" que siempre tenemos encima. Y por encima de todo odio la actitud que tiene gran parte de la gente hacia los españoles. Lo que pasa es que cuando vas con dinero por delante siempre me tratan bien, te pelotean y te hacen de todo. Dan ganas de decirles: "¡oye, que yo no soy Richard Gere en Pretty Woman!" A mí me da igual que me hagas la pelota, lo que quiero es estar a gusto. También te encuentras con gente muy amable, aunque por regla general, son un poco más fríos", explica. Le preguntan qué han dicho los estudiantes españoles al darse cuenta de que está aquí Alejandro Sanz, a lo que responde: "Han reaccionado muy bien. Además ya me habían visto antes en el avión. Por un lado, al principio para ellos supongo que fue como un flash, pero al conocerme deben haber cambiado su imagen sobre mí. Saben que no soy sólo ese tío que sale en la tele y en las revistas y me han visto como un compañero más y un amigo, lo cual agradezco un montón. Para mí esto ha sido como volver a la escuela y recobrar mi parte de persona normal de la calle, con mi horario, mis estudios y mi recreo. He encontrado gente a la que no voy a olvidar nunca, seguramente amigos maravillosos que ya llevo en el corazón", confiesa Alejandro, al que finalmente le preguntan si no se habrá enamorado, a lo que responde: "Déjame que guarde ese secreto para mí".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bello y joven se parece tantísimo a su Primogénita Manuela.
Que tiempos!!!