miércoles, 14 de julio de 2010
Algo pasa entre Alejandro y Raquel
Celoso de su vida privada hasta límites insospechados, intentar saber cómo están los sentimientos de Alejandro Sanz no es tarea fácil. El madrileño ha ido creando una tupida tela de araña a su alrededor por la que apenas caben comentarios sobre sus amores o desamores hasta el punto de que borra de su lista a aquel que sienta que le ha traicionado. Por eso hoy sólo puedo poner como rumores los problemas que me aseguran han atravesado el músico y su último amor, Raquel Pereda, la mujer que entró en su vida de la mano de su compañía discográfica para encargarse de su agenda, y con quien desde hace algunos años mantiene una relación estable y duradera. Desde que la pareja volvió a España con motivo de la gira del artista las cosas ya no son tan tranquilas como cuando se encierra en su estudio de Miami para componer. Con la promoción, los viajes y los conciertos la vida de Alejandro se agita y de ahí que aproveche la ocasión para equilibrar tanto desorden como ocurrió hace poco cuando estuvo en el centro macrobiótico Sha de Altea. Pero dentro de ese estrecho círculo que rodea al músico hay quien me asegura que la pareja ha atravesado una crisis y de ahí que haya habido sus más y sus menos. Lo último que le llega es que están en Miami, donde Raquel además tiene trabajo, pues se encarga de la distribución de la línea de cremas Matriskin en la que figura como socia de Cristina Tárrega. Hoy siguen ahí pero Alejandro ya tiene un pie puesto en Madrid, donde acaba de comprarse una casa en la lujosa urbanización de Los Lagos de La Finca de Somosaguas, donde estaba en régimen de alquiler. Tras una larga negociación, el cantante ya es vecino de Ronaldo y las García Cereceda, entre otros afortunados.
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