En
noviembre de 1993, Alejandro se encuentra de gira por México donde tiene más chicas que ningún otro cantante a la salida de los hoteles y más público en sus conciertos que ninguna otra estrella de las tierras sureñas. Es tanto el éxito que está cosechando que incluso ha llegado a eclipsar al grupo del momento, Magneto, que aunque hacen buenas letras, lo cierto es que las jóvenes mexicanas han visto en Alejandro a su ídolo más querido y han caído a sus pies, para desgracia del quinteto mexicano.
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