Especial Alejandro Sanz - Los bautizos de sus hijos

Hoy quiero hacer un especial sobre cómo fueron los bautizos de su primera hija Manuela, de Dylan y de su último retoño, la pequeña Alma.

El bautizo de Manuela tiene lugar en agosto del 2001, un mes después de su nacimiento en la residencia de la pareja en la provincia madrileña de Algete, un evento sólo con la presencia de personas muy allegadas, entre ellos Miguel Bosé que viste de manera muy casual. Los padrinos de la niña son Vicente y Mónica, amigos del cantante que llegan temprano cargados de regalos. Jaydy luce un sencillo vestido de verano sin mangas y siempre tiene a la pequeña en brazos, mientras Alejandro viste camisa blanca y chaleco negro y está muy sonriente en todo momento. Pepe Barroso, amigo de Alejandro y descubridor de Jaydy en España, es uno de los primeros en llegar. Los más emocionados en el bautizo de su primera nieta son los padres de Alejandro, Jesús y María, que llegan a casa de su hijo en coches separados, los rumores dicen que se encuentran en trámites de separación. Los padres de Jaydy también acuden a la ceremonia. La madre de ella está en España desde julio pues acompaña a la modelo en el parto y está con ella ayudándola y apoyándola todo el tiempo. Alejandro dice estar rodeado por las mujeres de su vida.

El bautizo de Dylan tiene lugar el 26 de mayo de 2012 en la finca que el cantante tiene ubicada en el paraje de Los Parrales Altos, en término municipal de Jarandilla de la Vera. El padrino es el guitarrista Paco de Lucía. Los invitados, entre los que se encuentra Elena Tablada, Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, Antonio Carmona, Pepe Barroso, presidente de Don Algodón, o José María Michavila, el abogado del cantante, se llevan la sorpresa de que también se celebra la boda entre Alejandro y Raquel. Todo tiene lugar en el jardín, ante dos carpas: una inmensa, donde se organiza el banquete, y otra adyacente, para los niños. El momento inmortal del bautizo y del "sí quiero" se celebra en una capilla que hay en el interior de la finca. Los novios aparecen del brazo, vestidos de blanco y precedidos de los tres hijos del cantante: Manuela, Alexander y Dylan, también con diseños del mismo color. En el altar les espera el sacerdote, que recuerda a la madre de Alejandro, fallecida hace un mes. Ese momento es uno de los más emotivos junto al intercambio de anillos y promesas matrimoniales. En el convite no falta de nada: marisco, ostras, arroces, ensaladas de todo tipo, hojaldres, carnes y pescados, cortadores de jamón. Y lo más llamativo: una zona dedicada exclusivamente a los postres y, por supuesto, chucherías, ya que oficialmente se trata de una celebración para niños.Y también hay barras temáticas: una de Gin Tonics, otra de mojitos y otra de champán. La música es uno de los platos fuertes de la noche, con flamenco y chirigotas. Paco de Lucía ameniza la velada con su portentoso talento y Alejandro sólo canta en petit comité, ya de madrugada.

El bautizo de Alma tiene lugar el 5 de septiembre de 2014, y Alejandro y Raquel vuelven a elegir la finca de La Vera en el paraje de Los Parrales Altos, en Jarandilla, que permanece inaccesible para los paparazzis que intentan captar imágenes. En esta ocasión todo se celebra de una forma más íntima y familiar. Prueba de ello es que a lo largo de la tarde ningún personaje destacado del mundo de la canción, ni de las revistas del corazón cruza el Puente Parral, que da acceso a Los Parrales Altos, a excepción del exministro del PP, José María Michavila, que repite asistencia, ya que sí estuvo presente en la boda de Alejandro y Raquel y en el bautizo del hijo de ambos Dylan, que se celebró el mismo día. El acto religioso va seguido de la correspondiente fiesta que se prolonga hasta la madrugada.