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15 de noviembre de 1997, Alejandro viene en la revista Vale. El cantante es uno de nuestros artistas más queridos, un ladrón de corazones que siempre quiere más, como reza el título de su último disco. "Más" vuelve a ser una bandeja de lujo para las composiciones de Alejandro, verdaderos manjares que alimentan los sentimientos. Alejandro es más, aunque él lo niegue: "
Yo no soy más, soy simplemente Alejandro. Éste es un trabajo de mucha gente que ha puesto mucho más que en otras ocasiones", dice. Y es que en este disco, aunque siga habiendo el toque personal del cantante, se desprende una fuerza que incrementa trabajo tras trabajo: "
Sobre todo siempre hay que intentar superarse porque hay una gran responsabilidad en ser tan admirado". Alejandro es consciente de que su voz ha conquistado miles de corazones y tiene más responsabilidades que otros, porque se espera todo de él. Este nuevo disco se gestó en Italia donde el cantante viaja a menudo para descansar y empaparse de novedades que le dan ese toque de frescura a todo lo que hace: "
Normalmente si eres famoso en tu país la gente quiere estar contigo, te sigue y todo ese tipo de cosas. El hecho de ir a Italia supone para mí una tranquilidad enorme. Puedo pasear por las calles, todo es nuevo para mí. Llegas a un sitio y esa novedad te produce una inquietud que a la vez, aunque parezca una paradoja, te relaja a la hora de trabajar", confiesa. Sin embargo allí también es conocido sobre todo tras su colaboración con Paolo Valessi. Pero Italia no es el único país donde la voz de Alejandro ha llegado arrebatadora: "
En Latinoamérica afortunadamente también me va muy bien. Me he consagrado como artista en Ecuador, Chile, México, Argentina... y luego hay otros lugares como Francia y el resto de Europa donde vamos a empezar a producir", adelanta el cantante, quién es además un compositor que presta sus letras a otros artistas: "
Es totalmente diferente. Compongo poco para los demás porque soy bastante egoísta en ese aspecto. Cuando me gusta una canción mucho me la quedo para mí. Ten en cuenta que cada artista tiene una forma de cantar y es complicado porque tienes que tener en cuenta la textura de cada uno. A mí me cuesta bastante", confiesa. Pero precisamente una de las artistas a la que Alejandro ha ofrecido su toque es su ex Alba Molina. Hace dos años que la pareja se separó pero siguen manteniendo una gran amistad y compartiendo recuerdos, sobre todo en Sevilla, donde creció su amor: "
Sevilla me trae recuerdos y la esperanza de tener muchos más. Siempre que tengo una pequeña oportunidad me escapo por allí. La plaza de Santa María en concreto tiene un encanto especial para mí", afirma el cantante, quién ahora se diferencia del que empezó hace unos años en la calidad de su voz: "
Mi voz ha mejorado porque he dado clases de canto. Se aprenden trucos y también formas de cantar y de conocer un poco más tu voz. Todo es cuestión de cantar con el corazón y de verdad". Y siempre quiere superarse: "
Es la inquietud de hacer cosas nuevas y de intentar siempre buscar nuevos alicientes para componer. ten en cuenta que son muchos compositores, componiendo muchas canciones.Yo toco la guitarra desde los siete y llega un momento en el que al componer llegas siempre a los mismos acordes. Por eso empecé a estudiar piano, para darme un camino de salida a la hora de escribir. Y ahora estoy estudiando saxo". Lo que está claro es que Alejandro tiene un camino por delante lleno de éxitos y lo sabe: "
Pienso que todo va bien, que todo está en su sitio, que esas canciones están donde tienen que estar".
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