jueves, 17 de junio de 2010
Entrevista telefónica de Alejandro Sanz con Efe
Alejandro Sanz vivió con desilusión la derrota de España ante Suiza en su debut en el Mundial de Sudáfrica, pero aún alberga la esperanza de que la Roja gane la competición y él deba cumplir su promesa de afeitarse la cabeza. "Ojalá que España gane el Mundial y yo tenga que raparme al cero", dijo hoy el conocido artista español en una entrevista telefónica con Efe, en la que se mostró totalmente decidido a cumplir lo que hace unos días anunció por Twitter al comprometerse a raparse el pelo si la selección española sale victoriosa en Sudáfrica 2010. Alejandro explicó que el miércoles siguió atentamente el debut de la selección española en el Mundial y que, tras la amarga derrota, se puso en contacto enseguida con algunos de los jugadores para transmitirles "todos los ánimos del mundo". "Les mandé un mensaje a Iker Casillas y Sergio Ramos. Les di muchos ánimos. Lo que hay que hacer es apoyarlos. Ahora es cuando hay que estar con ellos, más que nunca", dijo el conocido cantante, quien aseguró que los jugadores le respondieron que están "jodidos, pero con ganas de salir el próximo partido y demostrar lo que son". El cantante, reconocido aficionado futbolero y uno de los personajes públicos que más apoya a la selección, aseguró además que la decepción en España es hoy "increíble" y lamentó que la derrota del miércoles demuestre que el fútbol juega en ocasiones "muy malas pasadas". Según Sanz, "España merecía ganar con diferencia, porque jugó de maravilla, pero al final el fútbol tiene estas cosas que son tan injustas, ya que no se premia el buen juego". "Los suizos jugaron con la táctica del murciélago: se colgaron los once jugadores en la portería y cuando tuvieron una ocasión de marcar gol, lo hicieron", dijo el intérprete. El cantante se mostró apenado también porque, a su juicio, una victoria de la selección hubiera sentado muy bien en España, donde "la gente se hubiera animado mucho, ya que todo el mundo tiene ganas olvidarse durante un rato de toda esta crisis económica". Sanz aseguró que se encuentra preocupado -"como todo el mundo"- por la situación que atraviesa su país, aunque recordó que, cuando era niño, sus padres "lo pasaban muy mal y hacían virguerías para llegar a final de mes". Ahora mismo "hay muchas familias que también viven así en España, pero afortunadamente hay ayudas del Gobierno y la gente no está tan desamparada como antes", dijo el cantante, quien lamentó "la especie de crisis crónica que sufre España con el desempleo". "Somos muy frágiles en ese aspecto. Hay que hacer muchas cosas en relación a la creación de empleo, pero bueno la clase política española no ayuda mucho, ya que nuestros políticos están todo el día a hostias unos con otros", dijo Sanz. El cantante dijo que desearía que los dos principales partidos, el PSOE y el PP, se entendieran más y que, "pese a que la derecha y la izquierda se llevan mal de toda la vida", entendieran que "en una situación de crisis como la actual hay que hacer un esfuerzo" y empezaran a remar juntos. "La verdad es que ahora el mundo está al revés: el partido de derechas es el que dice velar por los trabajadores y el que era de los trabajadores hace una política de derechas. No entiendo nada", señaló el cantante, quien invitó a los políticos españoles a hacer "un profundo examen de conciencia". Alejandro va a empezar ahora su gira por Estados Unidos donde ofrecerá 14 conciertos. Arizona no figura en el programa, y a diferencia de otros artistas que han llamado a un boicot musical en dicho estado en protesta por su nueva ley de inmigración, el intérprete de "Corazón partío'' asegura que "no es adrede, porque al final la gente no tiene la culpa''. Sin embargo, sí expresó su pesar por esta legislación, que entraría en vigencia el 29 de julio y que instruye a la policía a revisar la situación migratoria de cualquier persona que considere sospechosa de estar ilegalmente en el país y penaliza el no tener documentos válidos de inmigración. "Obviamente no puedo estar a favor de esa ley'', declaró Sanz. "Cuando (los legisladores) hacen las leyes, y hablo en general, no en concreto de Arizona, muchas veces no se acuerdan que las leyes están hechas para las personas, se desconectan del pueblo... (Pero) detrás de esos números, de esas cifras, hay personas que tengan papeles o no tengan papeles son personas. Nadie puede ser un alien, un ilegal, por el hecho de que son personas''. Y añadió: "Es lógico que en todo país debe existir una ley de inmigración... Pero de ahí a tratarlos como si fueran delincuentes, no me parece justo''.
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