viernes, 8 de agosto de 2014

TAL DIA COMO HOY

El 8 de agosto de 1998, la revista Vale recoge en su portada los secretos jamás contados de la carrera de Alejandro Sanz, una carrera salpicada de anécdotas divertidas o entrañables, de momentos para recordar, de experiencias bonitas y de bromas. Nos recuerda cuando la madre de Alejandro le dio un guitarrazo en la cabeza o cuando se fue a Galicia para ver a una chica. También nos cuenta que con los amigos del Taller de Músicos de Madrid montó un grupo y se dedicaban a organizar sesiones de jazz por pubs. Pero lo que le dio la oportunidad de dar el salto y grabar sus propios temas fue cantar sevillanas, pues Alejandro cantaba en un grupo junto con el primo de Miguel Ángel Arenas. Qué antes de firmar como Alejandro Sanz, se llamó El Cané cuando empezó a cantar rumbas y flamenco, Alejandro Magno y hasta Tom Sawyer, aunque normalmente usa el pseudónimo de Algazul Medina. Que la policía tuvo que sacarlo más de una vez del escenario por la avalancha de admiradoras que querían estar cerca de él, que en su primera gran gira le regalaron un peluche al que llamó Lipotimia, que se salvó de morir encima del escenario cuando en un concierto estalló una terrible tormenta o que tiene tantas admiradoras que se las encuentra en todas partes, ¡hasta en el baño del hotel! "En Málaga en el 93, me empiezo a vestir y empiezo a oír ruiditos. ¡Se habían metido en el lavabo! No sé cómo cabían porque era súper pequeño. Llevaban todo el día ahí se había metido como a las diez de la mañana, nueve horas tras la cortina del baño! Me hizo gracia y acabé haciéndome fotos con ellas". También nos cuenta que es muy supersticioso y también muy solidario pues cuando va a países donde hay necesidad siempre intenta ponerse en contacto con misioneros u organizaciones solidarios para aportar su granito de arena: "Esto de apoyar campañas humanitarias no es ningún invento, lo he hecho siempre. A veces me voy a un albergue de niños con cáncer o a algún hospital pero lo hago sin que nadie se entere, porque nadie me lo impone" y que su apellido ha hecho que más de una vez le confundan con Jorge Sanz: "A mí me felicitan por el Oscar y a él le piden que firme discos". Y que Alejandro cuando quiere algo no ceja en esfuerzos para conseguirlo: "Alejandro es sumamente testarudo. Ve un piano y quiere tocarlo en ese momento. Entonces se pone y se tira 18 horas al día hasta que se desmaya. Cuando se despierta se vuelve a poner encima del piano. Y pasan 20 días y parece que lleve 3 años tocando. Pero eso le cuesta una lesión en la espalda y tener que ir a que los masajistas del Real Madrid se la pongan en su sitio" cuenta Miguel Ángel Arenas. Y que lo mejor que le han dicho es "cierta señora me dijo que su hija se había curado de la anorexia escuchando una canción mía. También un hombre me contó que se había reconciliado con su pareja... Cuando te pasan estas cosas, sientes que lo tuyo vale para algo".

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