TAL DIA COMO HOY

En diciembre de 1992, Alejandro habla sobre las Navidades y confiesa: "Está de moda decir que las navidades son fechas tristes porque falta gente, la gente se queja mucho, pero yo estoy encantado y pienso que la navidad es sinónimo de alegría. Yo al menos pienso divertirme todo lo que pueda durante estas fechas." Y describe cómo serán sus navidades ese año: "las pasaremos en Carmona (Sevilla) en una finca que allí posee mi tío Pepe Luis. Todos los años solemos pasar la nochebuena, es como una tradición. Nos reunimos toda la familia, charlamos, contamos chistes e incluso cantamos villancicos." Alejandro confiesa ser "muy meticuloso a la hora de elegir regalos para mis amigos, no tengo tres o cuatro cosas fijas que se las eche a toda la gente, generalmente trato de regalar a cada persona lo que le gusta de verdad. A veces te equivocas, pero al menos tienes que intentarlo." Pero tiene muy claro lo que quiere que le regalen a él: "me gusta que me regalen cariño. Cuando alcanzas un cierto bienestar económico y tú mismo puedes comprarte las cosas, agradeces los gestos de cariños y amistad." Cuando recuerda sus primeras salidas en Nochevieja dice: "mi primera salida nocturna fue a los 13 o 14 años, fuimos a un local de Moratalaz a filtrear con las chavalillas y a jugar a los primeros besos." Pero ahora que es más mayor dice: "Las Nocheviejas de ahora no tienen nada que ver con las Nochebuenas. Hay menos protocolo y las pasamos siempre en Madrid. La noche del 24 la cena es más importante, preparamos pavo o algún otro plato típico. El 31 la cena es lo de menos, lo importante es el cachondeo y las ganas de divertirse. Siempre suelo salir por ahí con amigos hasta las tantas, este año a lo mejor me disfrazo y nos vamos de marcha, a reír y a beber." Alejandro recuerda que "las mejores navidades siempre las he pasado en Sevilla, recuerdo especialmente unas en que en Nochevieja nos metimos en el granero de la finca yo y mis primos, armamos una grande y lo pasamos de miedo. Luego salimos por la noche y miramos las estrellas. Las navidades en Sevilla son preciosas. En cuanto a navidades malas, sinceramente puedo decirte que soy tan afortunado que no he vivido ninguna." Y a los Reyes les pide: "pues que me vaya tan bien en el 93 como en el 92 o un poco mejor si se puede".