martes, 26 de octubre de 2010

Gira Tour Paraíso - Guayaquil sorprende a Sanz

A las 14:41 de ayer el cantautor español Alejandro Sanz escribió en el Twitter: “Guayaquil.... Voy pa ti”. Y a las 19:35, cuando ya había arribado al Puerto Principal: “Woaaaaah. Ja, ja, ja, ¿qué es esto?... La última vez que vine a Guayaquil era apenas un pueblecito... Ahora es una súper ciudad... Increíble”.Su comentario generó reacciones de algunos de sus seguidores de la red social, pero en el encuentro que el artista mantuvo con la prensa local, en el hotel Hilton Colón, dejó entrever que era por el cambio abismal que había dado la ciudad. Él tenía doce años de no venir a Guayaquil. “Cuando vine la primera vez era un pueblecito con sus callecitas pequeñitas, sus casitas..., pueblecito en cuanto a su infraestructura, pero ahora me encuentro con una ciudad súper moderna, con sus avenidas. Me sorprende mucho”, acotó Sanz y comparó el crecimiento de esta urbe y la de Lima (Perú) al que observa en sus hijos. Distendido y dispuesto a responder todas las inquietudes. Así se mostró Sanz con los medios nacionales. No obstante, previo a su ingreso en el salón Fernandina, los organizadores de la cita advirtieron que no se le podía indagar sobre aspectos personales. El diálogo con Sanz tenía que estar principalmente relacionado con el Tour Paraíso 2010, nombre que adoptó de su más reciente producción discográfica, Paraíso Express, el cual, según sus palabras, “es más rockero que los anteriores, con un rock elegante y más positivo en las letras, con un espíritu alegre y rítmico”. A propósito de Paraíso Express, Sanz indicó que su vida no era un ‘paraíso’ porque de lo contrario sería aburrida e insustancial. Como todo el mundo tiene sus noches y sus días, él no cree en los paraísos ni en la felicidad absoluta. Sanz también se refirió al Twitter, red social en la que tiene más de un millón de seguidores y a la que le dedica mucho tiempo. Es parte de su trabajo y le gusta escribir. Al principio, dijo, lo tomó como una forma de motivar a la gente, pero él también resulta motivado. Manifestó encontrarse con historias maravillosas. En Brasil, contó, se encontró con varios clubes de fans que estaban recibiendo a sus similares de Argentina, igual le sucedió en Perú, donde halló a gente de Chile y de otros países que se conocieron a través de esta red social. “Me doy mucho tiempo, no cuesta nada escribir 140 caracteres, aunque le hagamos trampa para escribir más”. De su próxima visita a Venezuela, país donde actuará los 16, 18 y 20 de noviembre, Sanz comentó que no irá con el ánimo de provocar ni como símbolo de nada. En septiembre pasado, él le pidió en el Twitter al presidente Hugo Chávez que le permitiera presentarse allí y a inicios de este mes supo que podía hacerlo (contrario a lo que sucedió en el 2007 y el 2008 cuando le fue negado el permiso, esto, se dijo entonces, por una seudocensura por haber dicho en el 2004 que el Mandatario bolivariano no le gustaba). “Garantías no tengo ninguna, pero hasta ahora no nos han puesto trabas para que vayamos. Con todo el cuidado y cariño voy a hacer mi concierto que era lo único que yo quería”, expresó Sanz, quien toma la posibilidad de ir como un ejercicio de tolerancia “porque nadie tiene la verdad absoluta sobre todas las cosas”. Sanz se presenta hoy, a las 20:30, en el estadio Alberto Spencer de Guayaquil. Este jueves 28 actuará en el coliseo General Rumiñahui de Quito.

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