viernes, 29 de octubre de 2010
Gira Tour Paraíso - Sanz enamoró a Quito
Fue una velada musical dedicada al amor. Alejandro Sanz, acompañado de miles de enamorados que llegaron al coliseo General Rumiñahui, continuó, ayer jueves en la capital de los ecuatorianos, con su gira Tour Paraíso 2010, y aunque no complació la petición de todos los asistentes, varios temas fueron cantados al unísono. La concurrencia no fue masiva. El escenario lucía desolador una hora antes de que comience el concierto, sin embargo, a poco de que el artista español saltara a la tarima, habían arribado unos ocho mil seguidores del ganador de 17 Grammy Latinos y dos americanos. Tras un promocional de la gira Tour Paraíso, apareció, a las 20:50, el cantautor delante de una pantalla LED, de 140 metros cuadrados, que a la par de la aparición de Sanz comenzó a proyectar múltiples imágenes, que iluminaron el coliseo. Mi Peter Punk y Todo lo que fui es todo lo que soy fueron la apertura de una noche romántica. Luego, en un tono diplomático, forma de discurso que le acompañó durante la noche, agradeció a los quiteños por recibirlo “con cariño”, y además por haber sido nombrado Huésped ilustre de la ciudad, por parte del Municipio de Quito. “Es un orgullo para mí, lo llevaré siempre presente”, resaltó. Tras escuchar Desde cuándo y Viviendo deprisa, los fanáticos del madrileño, que acompañaron solo en cierta medida en el canto, rugieron y se levantaron de sus asientos al oír Corazón partío, tema del disco Más producido en 1997. Enseguida llegaron canciones como Yo hice llorar hasta los ángeles, Sin que se note, Looking for paradise, entre otros, de Paraíso Exprés, su última producción, y aunque no todas las personas sabían la letra acompañaron a Sanz con coreografías, mientras varias parejas iniciaban un idilio bajo la tenue luz que iluminaba las gradas del escenario. Sobre las 22:00, y cuando el público estaba extasiado, Alejandro intentó despedirse tres veces pero tuvo que regresar a la parte central de la tarima a seguir con el show. Ahí llegó lo más emotivo para los asistentes, Tu letra podré acariciar, Mi soledad y yo y Amiga Mía, esta última con la cual cerró el tour en Quito, entre otras canciones ‘antigüitas’ fueron coreadas al unísono. A las 22:50 se despidió de los quiteños, y aunque para Jorge Castillo y Mayra Espinoza, pareja de esposos, faltaron temas como La fuerza del corazón, Los dos cogidos de la mano y Pisando fuerte, el espectáculo además de lo musical fue extraordinario.
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