Hoy quiero dedicarle un especial con mucho cariño a la que era y será siempre la persona más importante en la vida de Alejandro, su madre María Pizarro, para que podamos conocerla un poquito, creo que se lo merecía.
María nació en Alcalá de los Gazules, un pueblo de la provincia de Cádiz, al que Alejandro lleva en el corazón pues además de ser un sitio al que cada año iba a veranear la familia, le debe su primer nombre artístico ya que antes de ser el cantante de éxito firmaba las canciones bajo el nombre de Algazul Medina. A finales de los 60, los padres de Alejandro, con su hermano Jesús que contaba con menos de un año, se mudaron al barrio madrileño de Pueblo Nuevo, donde ya nació Alejandro, que disfrutó allí de una infancia normal y feliz. Cuando alcanzó los 13 años, todos se mudaron a la suburbial zona de Moratalaz.
Alejandro creció en un hogar medio. En su casa se luchaba mucho para llegar a fin de mes y esto acostumbró a Alejandro a luchar y a saber valorar las cosas. Su padre Jesús tenía un grupo de música y pasaba largas temporadas fuera de casa, por lo que María se ocupaba de cuidar de Alejandro y Jesús para que no les faltara nada y sacarlos adelante. De hecho, Alejandro siempre decía que para él su madre era un ejemplo de constancia y de lucha diaria.
Para ella tenía todas las canciones aunque esperaba poder dedicarle una, como ya le dedicó a su padre.
Los que conocían a María decían que impresionaba con su valentía y su sinceridad sin velos, y también su dulzura, prueba de ello era que cuando María quería dormir a Alejandro le ponía sones suaves y románticos, quedando él totalmente dormido.
María nació en Alcalá de los Gazules, un pueblo de la provincia de Cádiz, al que Alejandro lleva en el corazón pues además de ser un sitio al que cada año iba a veranear la familia, le debe su primer nombre artístico ya que antes de ser el cantante de éxito firmaba las canciones bajo el nombre de Algazul Medina. A finales de los 60, los padres de Alejandro, con su hermano Jesús que contaba con menos de un año, se mudaron al barrio madrileño de Pueblo Nuevo, donde ya nació Alejandro, que disfrutó allí de una infancia normal y feliz. Cuando alcanzó los 13 años, todos se mudaron a la suburbial zona de Moratalaz.
Alejandro creció en un hogar medio. En su casa se luchaba mucho para llegar a fin de mes y esto acostumbró a Alejandro a luchar y a saber valorar las cosas. Su padre Jesús tenía un grupo de música y pasaba largas temporadas fuera de casa, por lo que María se ocupaba de cuidar de Alejandro y Jesús para que no les faltara nada y sacarlos adelante. De hecho, Alejandro siempre decía que para él su madre era un ejemplo de constancia y de lucha diaria.
Para ella tenía todas las canciones aunque esperaba poder dedicarle una, como ya le dedicó a su padre.
Los que conocían a María decían que impresionaba con su valentía y su sinceridad sin velos, y también su dulzura, prueba de ello era que cuando María quería dormir a Alejandro le ponía sones suaves y románticos, quedando él totalmente dormido.
En una ocasión Alejandro reconocía que lo primero que se le pasaba por la cabeza al pensar en su madre era una sensación de protección, y es que su madre era la persona que le ponía los pies en el suelo al recordarle todo el tiempo de donde venía y quién era e incluso le recordaba siempre que se levara las manos antes de comer, como contaba Alejandro en más de una ocasión.
María no se atrevía a ir a los conciertos de Alejandro porque se ponía muy nerviosa y Alejandro cuenta en tono gracioso que una vez en el Vicente Calderón María quería mandar acallar a todo el mundo porque quería escuchar cantar a su hijo y no podía con tanto jaleo.
La madre de Sanz murió el pasado jueves 19 de abril por un infarto en la casa que la familia tiene en Alcalá de los Gazules, un lugar en el que estaba pasando una temporada coincidiendo con las fiestas del pueblo. Alejandro decía que nunca en la vida sería capaz de saber lo que sentía su madre por él. Lo que está claro es que María estaba muy orgullosa de su hijo.
María no se atrevía a ir a los conciertos de Alejandro porque se ponía muy nerviosa y Alejandro cuenta en tono gracioso que una vez en el Vicente Calderón María quería mandar acallar a todo el mundo porque quería escuchar cantar a su hijo y no podía con tanto jaleo.
La madre de Sanz murió el pasado jueves 19 de abril por un infarto en la casa que la familia tiene en Alcalá de los Gazules, un lugar en el que estaba pasando una temporada coincidiendo con las fiestas del pueblo. Alejandro decía que nunca en la vida sería capaz de saber lo que sentía su madre por él. Lo que está claro es que María estaba muy orgullosa de su hijo.
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