viernes, 23 de octubre de 2009
Sus hijos le llevan al paraíso
Su felicidad no está fundamentada en conceptos materiales, sino en cumplir promesas, en disfrutar a sus seres queridos y en compartir y enseñar. Precisamente por eso, Alejandro Sanz goza tanto ver crecer a sus hijos, Manuela y Alexander, pues ha descubierto que son diametralmente opuestos en su temperamento."Es curioso que las niñas y los niños sean tan distintos. Ella es toda poesía y sensibilidad. Es una niña a la que le gusta mucho la música. Ha descubierto que puede tocar el piano y cantar a la vez. Eso le fascina". A Manuela, de ocho años, fruto de su matrimonio con la modelo mexicana Jaydy Michel, ya ha tenido que explicarle por qué es famoso hasta entre sus compañeritos de escuela, quienes tienen una opinión muy particular sobre él. "Me platica: 'Hay un niño en clase que dice que eres tonto'. Y yo le digo: '¿Ah, sí? ¿Y cómo se llama ese niño?'. Pero ella ya se da cuenta". En cambio, Alexander, a quien tuvo con la peluquera Valeria Rivera hace seis años, lo que más le preocupa por ahora es jugar. "Él es todo físico, se tira por el suelo y te da patadas", contó el cantautor español en conferencia de prensa, donde habló de su nuevo disco, Paraíso Express, que estrenará el 10 de noviembre. Sobre esta nueva producción, adelantó que temas como "Sin que se note", "Yo hice llorar hasta los ángeles" y "Tú no tienes la culpa" lo muestran más positivo y con luz, luego de los momentos de crisis sentimentales que vivió en los últimos años."El tiempo que paré para dedicarme a mí me marcó mucho. Fue un antes y un después. Cambié mi percepción de la vida, de mis prioridades. Muchas veces las prioridades son las que te equivocan". Sanz ofrece hoy una firma de autógrafos en Mixup de Plaza Loreto y será la figura estelar del Concierto EXA, el sábado, en la Plaza de Toros.
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