martes, 11 de mayo de 2010

Gira Tour Paraíso - Rueda de prensa en Barcelona

Alejandro Sanz buscará el edén en su próximo concierto en Barcelona, mañana en el Palau Sant Jordi, donde presentará el disco 'Paraíso Exprés'. Se trata de un trabajo marcado por las baladas con el que el artista parece regresar a las melodías que marcaron sus primeros años. En un encuentro con la prensa, Sanz aseveró que su nuevo disco es, de alguna forma, cómo ver la luz después de la oscuridad, ya que se aleja de los sonidos experimentales de "No es lo mismo" y "El tren de los momentos". En el concierto de mañana, según comentó hoy en un empático encuentro con medios de comunicación barceloneses, buscará un equilibrio entre los temas inevitables que siempre le pide el respetable, algunos temas de sus primeros discos que no interpretaba desde hacía años y una generosa muestra de su citado último álbum. Una obra que él no considera sobreproducida ni que sea un regreso a sus orígenes sonoros, repleta de baladas y "de cosas muy distintas, que refleja un proceso en estos últimos años como cuando después de la oscuridad aparece la luz. Creo que con este trabajo he comenzado una nueva etapa en la manera de tratar la música y, como es lógico, donde se refleja una nueva etapa en mi vida. En la oscuridad se aprenden muchas cosas que en la luz ni siquiera ves", aseguró satisfecho, además de aseverar que las letras no hablan de su vida "jamás he intentado ser autiobiográfico y mucho menos, reconroso", dijo, y que este nuevo disco no se plantea como una vuelta a sus orígenes, ya que, en su opinión, "no hay un regreso a mis orígenes musicales porque lo que podríamos considerar como la esencia sigue estando allí. Sí que no aparecen las composiciones elaboradas desde parámetros del flamenco tan habituales en mis producciones anteriores, como también es verdad que este es el primer disco donde no me he encargado totalmente de los aspectos armónicos y melódicos de las canciones". "A lo mejor la he retorcido en algunos momentos", puntualizó con una media sonrisa. Canciones como "Desde cuando", "Yo hice llorar hasta a lo ángeles" y "Nuestro amor será leyenda", sonarán mañana acompañadas de éxitos "inevitables" como "Y si fuera ella" y "Corazón partío", canciones que tiene que cantar "obligatoriamente" por la presión de los fans, seguidores a los que contentará con algunas rarezas de sus primeros discos que hace mucho tiempo que no canta en directo. También habrá dos invitados "sorpresa", aunque, evidentemente, no quiso dar nombres. El cantante estará acompañado en el escenario por nueve músicos y una impresionante escenografía inédita en su trayectoria: una gran pantalla led de 140 metros cuadrados que se adaptará a cada canción creando un escenario con multitud de dimensiones ópticas, aunque, según prometió hoy, el despliegue tecnológico no quiere decir que "estos avances tecnológicos tan espectaculares vayan a quitar emoción a las canciones". "Me he sentido en escenarios totalmente fuera de lugar, y no me interesa montar un espectáculo al modo del Cirque du Soleil", confesó, recordando una gira por Estados Unidos en la que llevaba multitud de escaleras y pasarelas móviles que nunca llegó a usar. "¡Pero si yo me muevo y se me sale el caldillo!", aseguró entre risas, así que en esta ocasión estará todo medido para que la gente no pierda el hilo y el show no acabe convertido en un "circo". Después de arrancar la gira española el 1 de mayo en Córdoba, y tras el concierto que dio en el Palacio de los Deportes de Madrid el 5 de mayo -aparecieron por sorpresa Antonio Carmona y La Mala Rodríguez-, continuará su periplo por Barcelona -mañana-, y ya en verano cruzará el charco para continuar la gira por Lationamérica y Estados Unidos. Será allí, cuando quizá pueda por fin cantar en directo con Alicia Keys, que le acompañó en el single de presentación del disco, "Looking for paradise". Según contó hoy Sanz, "yo no tenía ningún interés en incluir colaboraciones en mi disco, después de haberlo hecho con Shakira y cuando Miguel Bosé había publicado un disco como Papito repleta de ellas. Pero un día en Nueva York me puse a improvisar con una guitarra delante de ella y la química musical apareció. La improvisación es como el primer beso, te descubre algo de una persona que no descubres ni aunque estuvieras hablando un año con ella", dijo sobre Keys; una artista, hasta el momento, famosa por no hacer colaboraciones. Sobre una posible incursión seria con el inglés zanjó rápido la cuestión: "Yo para cantar en inglés necesito algo más que muletas", bromeó, y recordó que a Keys le encantaba su "acento jamaicano", como decía ella. De verbo fácil y afable en las distancias cortas, el cantante madrileño también tuvo alguna palabra para el presidente venezolano Hugo Chávez, con quien mantiene un público enfrentamiento. "Me llama la atención que [en Venezuela] estén aleccionado a los niños. Tú tienes un hijo, pero a partir de los tres años es del gobierno, y pueden hacer con tus hijos lo que quieran", criticó, al tiempo que celebró que Chávez por fin se haya abierto una cuenta en Twitter. "Voy a hacer una campaña a ver si me sigue", bromeó. Sanz también mencionó a otro presidente, Barack Obama, al agradecer el "enorme" paso que se ha dado con la reforma sanitaria, aunque también recordó alguna sombra, como la Ley de Inmigración de Arizona, que representa, en su opinión, "la parte inmóvil de Estados Unidos que no tiene ganas de cambiar". Sobre España se limitó a decir que, con cinco millones de parados, "está la cosa muy chunguilla", aunque en sus concierto intentará que la gente no se acuerde ni un minuto de la crisis. El cantante grabó el último de sus conciertos en Madrid en 3D, con la intención de emitirlo en cines y en las nuevas televisiones que ya incorporan esa tecnología. Sobre la otra tecnología, la que permite que la gente se descargue ilegalmente su música, optó por que si hay libre circulación, que sea de todo. "Acepto que todo sea gratis en la red, pero todo, no sólo la música". "No podemos vivir en el mundo, y otro paralelo, totalmente anárquico", afirmó, y bromeó equiparando la situación de la música con la del fútbol: "Creo que los jugadores se deberían bajar por Internet. Debería haber una página tipo E-mule y que te pudieras bajar a Messi, Cristiano Ronaldo y todo esos", dijo entre risas. Para Alejandro Sanz (Madrid, 1968) la música se basa en una cosa muy sencilla: un instrumento y una voz. "El alma de una canción es eso, una serie de melodías sobre una cama que son las letras. Eso no va a cambiar, cambia la forma de hacérselo llegar a la gente", concluyó, y confesó que, a la hora de componer a él le basta su piano, una grabadora de cassette, un papel y un boli. Y hablando de camas, en el videoclip de su nuevo disco que más ha llamado la atención aparece precisamente en la cama con la mismísima Eva Longoria (el título de la canción es Desde cuándo). "Es de las personas más profesionales con las que he trabajado. Justo cuando íbamos a rodarlo, me llamó un día antes diciéndome que no podía venir a la hora prevista porque le habían cambiado la hora de filmación de la serie 'Mujeres desesperadas'. Así que me propuso quedar a las cuatro de la madrugada. Y sí, a esa hora ya me la encontré maquillándose y preparándose con una sonrisa de oreja a oreja". Sanz, que ahora no ve más allá del horizonte de la Gira Paraíso, volverá en otoño a España para continuar con el tour. El espectáculo durará unas 2 horas y 20 minutos y no será el mismo que se podrá ver el 15 de septiembre donde repetirá en el Palau Sant Jordi, aunque según adelantó hoy, cambiará ligeramente el repertorio. "No me gusta repetirme", zanjó el cantante.

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