jueves, 27 de mayo de 2010

Gira Tour Paraíso - Mérida alcanza el paraíso

El lunes pasado ya había varias personas durmiendo, en tiendas de campaña, en los alrededores del Albergue Municipal de Mérida, el mismo lugar donde anoche tuvieron la oportunidad de asistir al único concierto que Alejandro Sanz ofrece en la región extremeña dentro de su Gira Paraíso 2010. Desde primeras horas del día, cientos de jóvenes, y no tan jóvenes, se encaminaban por las calles del Polígono Industrial El Prado hacia la zona del concierto para coger el mejor sitio y poder estar lo más cerca posible de su ídolo. Provenían de Badajoz y Talavera, pero también de Cádiz, Sevilla o Barcelona. En su mayoría, chicas jóvenes que compraron las entradas hace meses y que pidieron días libres en el trabajo para no faltar a esta gran cita con su ídolo. Anoche estos jóvenes, junto a otras más de 7.000 personas de todas las edades, pudieron disfrutar de las 26 canciones que el artista ofreció encima de uno de los escenarios más espectaculares que se recuerdan en esta ciudad. 28 motores de velocidad hicieron que la escenografía se convirtiera en una estructura completamente viva que se adaptaba a cada una de las canciones que el artista interpretó. La puesta de escena, impecable, impresionante y espectacular. Eso comentaban los que estaban allí y pudieron disfrutar de un gran espectáculo visual de luz y color. Nada más salir el artista al escenario, miles de personas lo aclamaron, dejando claro que tenían ganas de disfrutar de las más de dos horas de concierto con las que habían llegado de todos los puntos de la región. Después de una cuenta atrás que se hizo infinita para muchos, Sanz apareció entre la oscuridad gitarra blanca en mano entonando "Mi Peter Punk", una canción destinada al precalentamiento del personal y continuó con la archiconocida y veterana letra de 'Lo que fui es lo que soy', fruto de sus primeros trabajos. El cantante solo lanzó las palabras mágicas a un público entregado que cantó junto a él algunas de sus mejores canciones. El ambiente se fue calentando y el tema 'Desde cuando' dio paso a 'Viviendo deprisa' otra de las canciones más recordados por sus fans de todos los tiempos. La banda compuesta por 9 músicos que lo arropaban hizo que el artista se creciera ante los miles de espectadores que, una tras otra, cantaba sus canciones a una sola voz, como si de un gran karaoke se tratara. Porque no se podía marchar sin cantarle a los extremeños sencillos tan queridos y recordados como "Corazón Partío", "Se le apagó la luz" o "Aquello que me diste". Canciones redondas y brillantes con las que el artista consiguió sumergir al público en su paraíso particular. Tras más de 15 canciones en las que el artista mostró que no se achica ante las dimensiones de estilos como el rock o las baladas, optó por crear con su auditorio un ambiente más íntimo. Su voz, acompañada de notas a piano, ensalzó varias piezas como "¿Lo ves?" o "Tú no tienes la culpa". Siguió, incombustible, encima del escenario y antes de finalizar y despedirse de todos sus seguidores, regaló a los asistentes un medley que incluía cuatro de las canciones más emblemáticas de todos sus discos, las preferidas de muchos de los asistentes. "A la primera persona", "Mi soledad y yo", "Amiga Mía" y "Y ¿si fuera ella?" El encendido de luces anunció el final del concierto. Obligó a abandonar a más de uno el paraíso en el que había estado durante las dos horas y media que duró el espectáculo. Mérida siempre se quedará con aquello que le dio Alejandro Sanz.

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