viernes, 24 de septiembre de 2010

Gira Tour Paraíso - Así fue el concierto anoche en Almería

Alejandro Sanz y David Bisbal, dos de los artistas españoles con mayor tirón en el panorama musical nacional e internacional, unieron anoche sus voces para regalar un bonito momento al público de Almería. Alejandro Sanz ofrecía el penúltimo concierto de su gira española y para la ocasión había invitado a subir al escenario a su gran amigo David Bisbal. El buen ambiente estaba garantizado por los cerca de 6.000 seguidores de Sanz que se congregaron en el Palacio de los Juegos Mediterráneos con el aliciente de saber de antemano que, además de al cantante madrileño, de profundas raíces gaditanas, iban a poder ver también a Bisbal, idolatrado por muchos en esta tierra como el almeriense más universal. Sanz comenzó el concierto con la canción "Mi Peter Punk", perteneciente a su último álbum, "Paraíso Express", y a continuación le siguieron temas como "Todo lo que fui es todo lo que soy", "Desde cuando", "Viviendo deprisa", "Corazón partío", "Cuando nadie me ve" y "Yo hice llorar hasta a los ángeles". Alejandro Sanz demostró que retiene la energía y la voz necesarias para seguir encandilando a su público después de una ya dilatada carrera y estuvo muy comunicativo y bromista con el público, que no dejó de acompañarle en sus canciones y de animarle al grito de "Alejandro, Alejandro" en las pausas. Pero uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando Alejandro Sanz anunció al público que deseaba hacerle un "regalo" al público almeriense. "Yo quería traer un regalito a Almería; estuve pensando y no sé, no sé..." hasta que dijo acordarse de su "compadre, un almeriense de tomo y lomo", avanzó Sanz justo antes de la aparición de David Bisbal, momento en el que sonó un estremecedor estruendo en todo el recinto. Bisbal saludó al público al grito de "buenas noches mi Almería", se fundió en un sentido abrazo con Sanz y ambos comenzaron a cantar a dúo "Nuestro amor será leyenda", para goce y deleite de los miles de asistentes. El momento fue breve -sólo una canción-, pero intenso, y el público lo agradeció a lo grande. Sanz continuó con el concierto en solitario y se metió al público en el bolsillo con temas tan conocidos como "No es lo mismo" o "Looking for Paradise". En el último tramo del concierto, Sanz tuvo un momento intimista con sus seguidoras -las mujeres eran mayoría- al sentarse al piano para cantar las baladas "Yo sé lo que la gente piensa", "Lo ves" y "Tú no tienes la culpa". El cantante escogió para despedirse un emotivo medley de "A la primera persona", "Mi soledad y yo", "Amiga mía" y "Si fuera ella", muy sentidas por el público. El recién nominado a cuatro premios Grammy Latino estuvo acompañado de un excelente grupo de músicos y coristas, que superó como pudo la dificultad de actuar en un recinto que evidenció que no ha sido construido para acoger espectáculos musicales. El apartado visual de la gira está muy cuidado, con enormes paneles de luces tipo LED que crean una atmósfera envolvente y dos grandes pantallas a los lados para seguir el espectáculo con todo detalle. Alejandro Sanz finalizará su gira española el próximo viernes en Ávila, antes de dar el salto a Latinoamérica.

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