Vestido con vaqueros, camiseta gris, americana del mismo color, pelo muy corto y con su tradicional guitarra, Alejandro Sanz arrancó con un «Amunt València» su concierto ante los 11.000 asistentes que, según informó la organización, llenaron el recinto en la explanada al final de la Marina Norte del puerto de Valencia y corearon las canciones de hoy y de siempre de uno de los artistas españoles más internacionales en un concierto que se enmarca dentro de su gira Paraíso Express.El inicio llegó salvados diez minutos de retraso, llenados con un vídeo de una campaña humanitaria. Todo empezó con Mi Peter Punk, una declaración de intenciones incluida en su último disco y que dirigió a sus emocionados fans, en la que con una letra llena de dobles sentidos les transmitió que el paso del tiempo no tiene que impedirnos conservar intactas las ilusiones y los sueños. Toda una confesión en directo a la que continuó recordando un cálido Lo que fui es lo que soy incluido en su disco Viviendo Deprisa de 1991.Desde cuando, Viviendo deprisa, Nuestro amor será leyenda, Quisiera ser y Cuando nadie me ve siguieron en un repertorio en el que el compositor quiso hacer un recorrido por toda su amplia trayectoria discográfica que llega hasta nuestros días.«Valencia significa mucho para mí y esta actuación es muy especial», dijo después de la segunda canción. La declaración fue recibida con una ovación entre el público, mayoritariamente femenino y de muy distintas edades.Pero la locura se desató con su Corazón partío y su estribillo pegadizo («¿Quién me va a entregar sus emociones? ¿Quién me va a pedir que nunca le abandone?») desató toda una serie de piropos de las miles de seguidoras hacia el artista. Con brazos en alto y las máquinas de fotos a todo trapo, la canción fue uno de los momentos más cálidos de la velada.La calma vino cuando el madrileño se sentó junto a su piano para interpretar su melancólica ¿Lo ves?, que acompañada de Tu letra podré acariciar y Tú no tienes la culpa emocionaron a un público entregado. El homenaje a las mujeres con circunstancias complicadas (Lola Soledad) y la melancólica Nuestro amor será leyenda completaron una actuación de más de dos horas con la que el público vibró.
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