Pinturas de guerra. Se avecina estampida. Ocho de la tarde y comienza la carrera. Objetivo, la primera fila para ver de cerca «al niño en su pueblo», destacaba una fan del cantante. Anoche, al escenario del campo de fútbol de Alcalá de los Gazules se subió un artista que ha vendido 25 millones de discos, colecciona Grammys (17), es padre de dos niños (Manuela y Alexander) y, lo más importante: todavía cae bien. Si el éxito sostenido, como dijo Lennon, es sólo talento, suerte y constancia, no hay duda de que, con independencia de la proporción de los ingredientes, a Sanz la mezcla le funciona. Los vecinos se volcaron y unas 10.000 personas le recibieron con "fervor", de hecho el cartel de completo ya se había colgado en las calles desde principios de semana. El concierto comenzó sobre las 22,30 horas después de la actuación de los teloneros a las 21,45 horas. Además, todo transcurrió sin incidencias reseñables, "a excepción del viento por momentos", puntualizó el edil, quien reseñó que los facultativos sanitarios atendieron a algunas personas, pero "sin importancia". Alejandro abría las puertas de su paraíso. Una lona azul, que cubría el césped del campo de fútbol municipal, iba desapareciendo bajo los pies de las 8.000 almas que fueron robadas al aire y que anoche estaban dispuestas a poner tiritas a su 'corazón partío' (fue el sexto tema de su actuación). La cantante Sara Vega abrió la velada. Preludio de una noche redonda. Al fin. "¿Dónde estoy?", grita Sanz. "No hace falta que os diga lo importante que es para mí estar aquí, donde empezó todo, en esta bendita tierra". El músico español sale al escenario pasadas las diez y media de la noche. 'Mi Peter Punk' y 'Todo lo que fui' inician el camino. En esta visita no andará por el paseo de la playa buscando el bar de su tío o la casa de su abuela. Él ha llegado para instalar su edén y hacerse grande entre los suyos. Durante la previa del concierto ya estuvo arropado por su familia de Alcalá y Algeciras. Gaditano y alcalaíno, aunque naciera en Madrid, el cantante no escatimó en elogios y muestras de cariño para la tierra donde pasó los mejores momentos de su infancia. El sueño de Alejandro ya era realidad. Estaba cantando donde deseaba hacerlo, en su pueblo y entre su gente. Y es que los suyos llegaron al municipio gaditano procedentes de todos los rincones de España. También estaban sus amigos, con los que comparte letras y horas de ensayo. Manuel Carrasco y David de María lo acompañan sobre las tablas. Además, el concierto se convierte en todo un evento político y social de la localidad jandeña. Destaca la presencia de la ministra Bibiana Aído, acompañada de numerosos representantes institucionales. El concierto concluyó sobre las 0,45 horas.
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