En la portada del disco "Paraíso express" Alejandro Sanz exhibe músculo, tatuajes y un reloj del mundo que va por allí dando giras. Sanz
estuvo ayer en Barcelona promocionando su nuevo disco, el mencionado "Paraíso express" (Warner), con el que parece que todos están muy contentos. Comenzando por el propio cantautor de Moratalaz, un convencido eterno joven que desde el primer día supo a qué dedicarse. Sanz reconocía ayer que con su nueva obra pretende darle un revolcón al pop español. "
Esa es la razón por la que ninguno de mis discos se parecen. También sabes que todos los músicos aseguramos que el último disco, la última obra, es la mejor, cuando no es verdad". Después de vender 21 millones de copias, de estar a punto de cumplir 41 años y que le amparan 20 años de carrera, Sanz decidió en un momento reciente decidir que hasta allí había llegado: circunstancias personales aireadas en prensa y espacios televisivos del corazón, acabaron por descentrarle hace tres años. Pero a uno le asombra que una persona/ personaje como Sanz siga siendo tan frágil ante envites tan sangrantes, pero tan previsibles. "
Te machacan vivo un día tras otro, parece que no haya piedad. Yo ya no hablo de mi relaciones sentimentales, sino básicamente de la protección de mi familia". A Sanz, que confiesa que aún no está preparado para este tipo envites propios de los focos mediáticos, es obvio que todo este inmenso coñazo "
he procurado apartarlo radicalmente de mi vida cotidiana". Esa vida bascula entre una prepotente villa en Miami y una extensa, descansable finca en Extremadura. Hace cinco años me decía que "vivo
en Miami porque de esta manera consigo alejarme del barullo que hay en España". Cuatro años después, Sanz reconoce que "m
e gusta vivir entre Miami ymi finca en Extremadura. Me ayuda a alejarme del lío". Parece, pues, que la idea es alejarse del lío, ruido. Sanz, como casi todo el mundo que ve la televisión y publicaciones del corazón debe saber, ha tenido unos follones tremebundos con su personal de servicio, que le sometieron a un inquietante chantaje, que al cabo de los años acabó resolviéndose en favor del autor de Corazón partío."
No te creas, ha sido un palo, para mí y mi familia", reconocía ayer en Barcelona el cantante.
foto de anoche en el programa de Buenafuente
En la portada del disco "Paraíso express" Alejandro Sanz exhibe músculo, tatuajes y un reloj del mundo que va por allí dando giras. Sanz estuvo ayer en Barcelona promocionando su nuevo disco, el mencionado "Paraíso express" (Warner), con el que parece que todos están muy contentos. Comenzando por el propio cantautor de Moratalaz, un convencido eterno joven que desde el primer día supo a qué dedicarse. Sanz reconocía ayer que con su nueva obra pretende darle un revolcón al pop español. "Esa es la razón por la que ninguno de mis discos se parecen. También sabes que todos los músicos aseguramos que el último disco, la última obra, es la mejor, cuando no es verdad". Después de vender 21 millones de copias, de estar a punto de cumplir 41 años y que le amparan 20 años de carrera, Sanz decidió en un momento reciente decidir que hasta allí había llegado: circunstancias personales aireadas en prensa y espacios televisivos del corazón, acabaron por descentrarle hace tres años. Pero a uno le asombra que una persona/ personaje como Sanz siga siendo tan frágil ante envites tan sangrantes, pero tan previsibles. "Te machacan vivo un día tras otro, parece que no haya piedad. Yo ya no hablo de mi relaciones sentimentales, sino básicamente de la protección de mi familia". A Sanz, que confiesa que aún no está preparado para este tipo envites propios de los focos mediáticos, es obvio que todo este inmenso coñazo "he procurado apartarlo radicalmente de mi vida cotidiana". Esa vida bascula entre una prepotente villa en Miami y una extensa, descansable finca en Extremadura. Hace cinco años me decía que "vivo en Miami porque de esta manera consigo alejarme del barullo que hay en España". Cuatro años después, Sanz reconoce que "me gusta vivir entre Miami ymi finca en Extremadura. Me ayuda a alejarme del lío". Parece, pues, que la idea es alejarse del lío, ruido. Sanz, como casi todo el mundo que ve la televisión y publicaciones del corazón debe saber, ha tenido unos follones tremebundos con su personal de servicio, que le sometieron a un inquietante chantaje, que al cabo de los años acabó resolviéndose en favor del autor de Corazón partío."No te creas, ha sido un palo, para mí y mi familia", reconocía ayer en Barcelona el cantante.
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