Así ha sido la rueda de prensa

Lo dejó bien claro desde el principio: «No soy un político ni un economista». Dicho esto, «podéis preguntar lo que queráis». Así apareció Alejandro Sanz en la rueda de prensa ofrecida hoy en Madrid para presentar su nuevo disco, «La música no se toca», cuyos dos primeros singles han sido «Se vende», y «No me compares». Gracias a esta advertencia, las preguntas abordaron asuntos relacionados con su carrera o el flamante álbum. Aún así, la crisis hizo inevitable acto de presencia: «Fatal. Es una situación complicada en España, pero yo solo pretendo que la gente pase un buen rato con mi música. No creo que un disco pueda solucionar nada. Pero este país ha vivido situaciones complicadas y siempre ha salido adelante. Confío en mi país. Ojalá pase rápido todo esto».Además, tuvo que aclarar que con el título del discos no pretendía hacer un ataque a la subida del IVA: «¿Qué tiene que ver? Es un palo tremendo, pero hace tiempo que decidí quedarme en mi trinchera, que dejé de ser decorador, economista o entrenador de baloncesto, de enfrentarme a un montón de minas antipersonas que hay por ahí». Ahora se dedica, pues, a luchar por aquello que ha dedicado su vida: «A veces se confunde una canción con una aplicación de iPod. No me parece la mejor manera de llamar a la música». Un mundo al que llegó gracias a los sonidos del sur, que son los que, según él, le hacen diferente al resto: «Tengo una base que es el flamenco, que es lo que hizo que me dedicara a esto. Tener las raíces asentadas es muy importantes, y si os fijáis, es lo que distingue a un músico de los demás». Algo que le sale sin querer o queriendo: «El flamenco es imposible que no esté, porque está en mi fraseo, en la forma en que canto». A pesar de todo, reconoce que este disco tiene menos ración de este género: «Es el que tiene menos influencia tiene. No hay guitarras flamencas, ni cajones, ni percusión flamenca». Todo ello sin evitar el malaje: «Son trece canciones, que para un andaluz significa que o tenías un compromiso o que no podías quitar ninguna. En mi caso ocurrió lo segundo». Otra novedad es que estrena discográfica, ya que es su primer trabajo para Universal: «Los 20 años que pasé en Warner fueron maravillosos (parece que me estoy despidiendo de una novia), y he dejado muy buenos amigos, pero creo que como artista había tocado techo. Quería nuevas ilusiones, y pensé que era el momento de buscarlas». Prueba de ello, es que piensa que, tras dos décadas de profesión, hay vida por delante: «aún me queda por escribir la mejor canción que pueda hacer, y el mejor disco».Para empezar, tiene por delante su larga gira por América y España, con una banda que «la mitad son mujeres, pero no ha sido por una cuestión de paridad», porque lo importante es que «suena cañón».