A una semana de que salga a la venta “La música no se toca”, el noveno disco de estudio de Alejandro Sanz, el cantante madrileño estrenó ayer “Se vende”, segundo single de este trabajo tras “No me compares”. El videoclip, que se presenta también junto a la canción y que se encuentra disponible en iTunes y en el canal oficial de Sanz en Youtube, fue rodado en Madrid bajo la dirección de David Alcalde y usa la danza para desarrollar las historias de amor de varias parejas. Alejandro Sanz aseguró ayer en México que “las canciones sirven para muchas cosas, para casi todo, se usan para olvidar y para recordar. Hay heridas que no se curan jamás y creo que ha sido bueno que el disco haya estado terminado cuando murió mi madre, pues no es aconsejable componer inmediatamente cuando ocurren las tragedias, hay que dejar pasar el tiempo”, expresó en conferencia de prensa en un hotel de una exclusiva zona de Ciudad de México. El nuevo disco de Sanz es un material producido por el colombiano Julio Reyes y su salida está prevista para el próximo 25 de septiembre. Las canciones serán dadas a conocer en vivo por el autor e intérprete de “Corazón partío” en el inicio de su gira internacional en Ciudad de México, el próximo 12 de octubre. Será a través de un concierto en el Foro Sol, donde estará acompañado por su colega el mexicano Mario Domm, integrante del grupo Camila, con el que el madrileño, de 43 años, comenzará un tour mundial. Durante la presentación del disco Sanz también se dio tiempo para hablar de Lorca, la ciudad que fue víctima de un terremoto en 2010 y que motivó el disco “Cinco segundos”, que produjo luego de que jóvenes de esa localidad le pidieran ayuda. “Casi todas las personas tenemos la tendencia a preocuparnos por las catástrofes cuando ocurren, pero las olvidamos luego muy pronto y pasamos a otra cosa”, dijo. “Creo que el trabajo más duro es el de la gente que ayuda a largo plazo. Lo de Lorca me impresionó mucho porque en España nunca habíamos sufrido un terremoto y murió gente y se destruyeron las casas de casi todo el pueblo”, agregó. A propósito de sus canciones, generalmente formadas por versos largos y distintos a la música pop que está más de moda, Sanz descartó ser un poeta, profesión que consideró “es algo muy grande a lo que hay que dedicarle toda la vida”, aunque admitió ser un gran lector de poesía. “Mi padre vendía libros y no tenía televisión de chico. Los libros de poesía eran los que menos se vendían y por tanto llenaban los armarios de mi casa. Para mí, el gran poeta en lengua española es Federico García Lorca. Al menos una vez hay que escuchar a Lorca en la voz de Nuria Espert, esa es la expresión máxima de la poesía para mí”, dijo. A la hora de hablar de la gente con la que ha tenido oportunidad de compartir proyectos musicales, no dudó en expresar que le tiene “un cariño especial a Tony Bennett, porque es un señor entrañable que te cuenta anécdotas que vivió con gente de la talla de Charlie Chaplin y, además, adora el bolero mexicano”. Sobre el ritmo más lento que le puso a su participación en las redes sociales, agudo como es su costumbre, Sanz afirmó que ha comenzado a seguir la máxima de “si bebes, no twitees”. “Muchos artistas fuimos como una especie de Conejillo de Indias en las redes sociales. Ahora me gusta dar opiniones entre amigos a darlas abiertamente, porque eso produce un ruido que no sirve para nada”, manifestó. “Los ruidos que me gustan son los sonidos de mi guitarra y el silencio de mi estudio”, concluyó.
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