En septiembre de 1991, el éxito de su segundo single, "Pisando fuerte", lanza a Alejandro al estrellato. Le preguntan si sus canciones se basan en experiencias que le han ocurrido a lo que responde: "No siempre, hay temas que, en efecto, me han pasado a mí, en cosas que he visto o en vivencias que me han contado, y otros en cambio, son fantasías o pensamientos que se me ocurren en un momento dado. "Los dos cogidos de la mano" y "Se le apagó la luz" son dos de las canciones más personales del disco". También le preguntan si en España se puede vivir de la música a lo que Alejandro dice: "Yo ahora sí puedo hacerlo pero no te creas que ha sido fácil. Llevo muchos años componiendo para otros artistas y te puedo decir que ha habido veces que no he tenido ni para salir a tomarme una copa. No me avergüenza decir que he trabajado por encargo para otra gente para poder salir adelante pero ese placer de escuchar en otra persona lo que tú has sentido en un momento dado no puede compararse a tener en la mano tu propio disco o escucharte en la radio. Pero lo malo es que se trata de una profesión exasperante, porque tienes momentos en los que después de currar muchísimo y de pasear tus maquetas de un lado a otro durante meses te das cuenta que no has visto ningún resultado"- confiesa.
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