jueves, 6 de septiembre de 2012

Alejandro Sanz: "Me habría gustado ser arqueólogo" (segunda parte)

Padre de Manuela (hija de su primer matrimonio), Alexander (fruto de una relación fugaz) y Dylan (concebido junto a su actual esposa, Raquel Perera, con quien se casó sorpresivamente por iglesia), Alejandro Sanz alterna entre la familia y el trabajo, ahora que es el turno de las ruedas de prensa, las entrevistas y las fotos para promocionar el álbum que saldrá a la venta a fines de este mes. Antes, pasaron con éxito Los chulos son pa’cuidarlos (cuando su nombre artístico era Alejandro Magno), Viviendo deprisa, Si tú me miras, Básico, 3, Más, El alma al aire, MTV Unplugged, No es lo mismo, El tren de los momentos, En directo desde Buenos Aires, Paraíso express y Canciones para un paraíso, en vivo. Pero hablemos del presente. “En La música no se toca, hay un homenaje a ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’, de los Beatles, y a ‘Rapsodia bohemia’, de Queen. Ojo, que no fue premeditado, ¿eh? Salió naturalmente. El disco pasa por diferentes climas, pero hay un denominador común, que es la “guasa”, como lo llaman los flamencos. O sea, un poquito de humor, de doble sentido. Me parece que es interesante quitarles un poquito de hierro a todas las cosas, que no parezca que todo es tan importante en la vida”, dice quien confiesa que cuando graba las voces para sus CD, prefiere hacerlo solo, sin presencias revoloteándole alrededor. Alejandro Sanz es de esos artistas que echan mano al micrófono para cantar, pero también para decir. Lejos de manifestarse solo a través de sus canciones, el español suele alistarse en causas sociales (lanzó un disco para colaborar con personas con HIV y participó de campañas organizadas por Missing Children o Médicos Sin Fronteras). Ahora, se muestra inquieto por la comunicación contaminante, producto de la crisis por la que transita Europa y, en consecuencia, su país. “Las opiniones no son la mejor forma de estar comprometido, sino las acciones. Más allá de lo que técnicamente está ocurriendo, me preocupa la gente. Y considero que hay demasiada información al respecto. No queremos saber todos los días los índices económicos. ¿Los bancos necesitan saberlos? ¡Que se los digan a ellos! ¿Los políticos los necesitan? Pues, lo mismo. Pero a la gente no, porque es insoportable y, además, no sirve para nada. ¡Yo no voy a solucionar nada! Entonces, déjenme en paz. Déjenme tomar mi café tranquilo (risas)”, reflexiona Sanz, mitad en serio, mitad en broma.

1 comentario:

Thalia dijo...

Muuy larga...pero bonita! Gracias